El brunch, esa maravillosa tradición anglosajona que fusiona el desayuno con el almuerzo, se convierte en el pretexto ideal para reunir a seres queridos y sorprenderlos con preparaciones exquisitas. No hace falta una ocasión especial, solo el deseo de transformar la vida cotidiana en un momento memorable y creativo, con el reto de preparar platos que sirvan para alargar la mañana.
Es ideal para el fin de semana, pues los aromas invitan a la mesa para disfrutar con calma, en un día tranquilo y acogedor.-
